El e-mail marketing es una herramienta que suele dar buenos resultados dentro de una estrategia de marketing. También es importante mantener nuestras listas actualizadas, para aumentar el ratio de apertura y mejorar la conversión. Aquí entra en juego el bounce.
El llamado bounce es el indicador que nos permite controlar esa situación inestable, ya que marca la cantidad de correos electrónicos que no han podido ser entregados a determinado destinatario en una campaña de e-mail marketing concreta. Existen dos tipos diferenciados en este indicador: el Hard Bounce y el Soft Bounce.
Tipos de bounce
El Hard y el Soft son las métricas más importantes con las que podemos desarrollar estrategias de e-mail marketing. Estas herramientas medirán si el rebote es por una incidencia en concreto o, por ejemplo, porque esa dirección de email ya no existe.
Soft Bounce
Esta es la tasa de rebote suave, o sea, aquella que se produce por un problema temporal relacionado directamente con una dirección de email válida. Por ejemplo, puede pasar que tengas la bandeja de entrada llena o exista algún tipo de problema con el servidor.
El respectivo servidor del destinatario, una vez que la incidencia se haya solucionado, recibirá los emails.
Hard Bounce
Esta es tasa de rebote dura, y se refiere concretamente a aquellos rebotes que se dan cuando la dirección de email no es válida, se escribió incorrectamente o simplemente ya no existe porque fue eliminada.
Lo que corresponde hacer inmediatamente a continuación es eliminar esa dirección de email de nuestra lista.
Esta medida también se aplica para determinar el porcentaje de personas que entran a un sitio web, pero que salen de él sin haber visitado otras páginas. En estos casos existen diversas variables que pueden estar influyendo para el rebote, como el diseño global, información de baja calidad o demasiado tiempo de espera en la carga de la página.
Dejar una Respuesta